¿Sabías que las adolescentes apegadas al padre tienen menos probabilidades de iniciarse en la sexualidad a temprana edad? y que.. ¿Las adolescentes tienen el doble de probabilidades de seguir yendo a la escuela si el padre toma parte de su vida? ¿Sabías que el padre es muy importante pero muy importante en la vida de una niña?
Las niñas son muy pegadas a su madre porque son su primer amor pasional hasta los 3 añitos, pero después los padres se convierte en su único centro de emociones y atención. La doctora Meg Meeker reconocida pediatra con más de 20 años de experiencia tratando chicas adolescentes, nos dice en su libro, “Strong Fathers, Strong Daughters”, (Padres fuertes, hijas fuertes), que existen pocos factores importantes para el desarrollo mental físico y social de una niña que la relación con el padre, y que lo que el Padre debe hacer es Fortalecer o Curar la relación con su hija y ayudarla a convertirse en una mujer sana y madura.
Normalmente las hijas ven y otras quieren ver en su padre a un líder. Para una hija el padre es su protector, su proveedor y quieren admirarlo, por lo que el padre tiene un poder inmenso sobre las hijas, lo que es totalmente real ya que el Padre en sí es el primer amor de su hija, el hombre más importante en su vida. Por ello toda la interactividad que exista entre ellos se servirá a ella para relacionarse con todos los demás hombres y con Dios. Si la hija aprende a querer a su padre y puede confiar en él, le será mucho más fácil confiar en su esposo y en ese ser superior llamado Dios.
Normalmente muchos padres piensan que las “madres son más influyentes en las niñas que ellos”, lo que no es real, ya que normalmente las niñas son quienes tienen una relación mucho más cercana con los padres, por tanto, cumplen un papel muy importante en la vida de sus hijas porque cumplen aquel rol que una madre jamás podrá sustituir: La mirada masculina.
Durante los primeros años de vida y la adolescencia los padres son modelos inspiradores para sus hijos, en concreto el padre es la primera influencia másculina íntima en la vida de las hijas, por lo que esta relación puede marcar la futura relación de “ellas” con los hombres en su adultez. Si el padre se aleja de la vida de su hija definitivamente ella se debilitará en su autoestima, en su capacidad para tener relaciones SANAS con otros hombres porque debilita su percepción de lo que ella es capaz de lograr por lo que es vital mucha atención, respeto, afecto y el contacto masculino del padre o quien ejerza ese papel como tal. Al alejarse el padre, ella buscara lo que necesita en amistades masculinas o en relaciones sexuales románticas por ende repito que el mayor factor de influencia sobre la autoestima de las niñas es el afecto del padre y que para que ella mejore la imagen que tiene de sí misma, el padre tiene que expresarle su afecto de manera física.
La Doctora Meg, en su libro también habla que “normalmente el que es buen padre es buen esposo”. Las hijas observan constantemente el trato de su padre hacia su madre. Gracias a su padre, que le habrá mostrado cómo es una relación de amor junto a su madre, la hija deseará vivir una propia llena de amor y deseo, a semejanza de lo vivido por sus padres ya que se lo llevará de manera consciente e inconsciente para ellas mismas como un gusto o algo que les dará placer en sus propias vidas futuras porque es lo que han visto, además, los padres son claves a la hora de que las niñas desarrollen muchas de sus capacidades y carácter: la auto confianza, la autoestima así como el logro, la asertividad y el desarrollo del espíritu aventurero que son algunas de los más importantes. Asimismo, la figura del padre ayuda a la hija a adquirir una feminidad y a desarrollarla por las palabras que él emplea en ella como piropearla por lo linda que esta o como se arregla, por las atenciones que tiene hacia ella es decir los regalos una muñeca, una joyita etc. Por lo que queda claro que la opinión masculina del padre para su hija es esencial, ya que ella se afirma respecto a él. Es importante que sea admirada y que sienta el orgullo que tiene su padre de ella.
Entre un padre y una hija la relación es de amor, ternura y de admiración. El padre debe animarla y mantenerla y hacer de guía hacia el mundo exterior por lo que el padre tienen un impacto decisivo en la vida de sus hijas, desde el punto de vista personal, sentimental o profesional.
Durante la etapa de la adolescencia, normalmente, termina esa relación tan estrecha y empieza a establecerse una cierta distancia, que es normal entre padre e hija, esencial para preparar sus futuros vínculos con los hombres. Ella se vuelve más pudorosa y la relación puede llegar hasta volverse algo o muy tirante. Por todo esto, tú que eres padre de una linda niña o de dos o más no creas que si imponiendo límites, estableciendo horarios de regreso a casa, o obligarles a hacer las tareas las vas a alejar de ti… NO, NO es justo lo contrario, las niñas que mayormente terminan en problemas no son justamente las que se les imponían las cosas si no justamente aquellas a las que los padres no lo hacían por ello es vital que en la relación padre-hija las normas estén en equilibrio con la diversión y el placer. Es importante en los años de la adolescencia que el padre NO solo le hable a la hija para imponer la ley, porque lo que logrará es que ella no quiera hablar más con el padre por lo que cada conversación sobre normas o comportamiento de la hija debe ser equilibrada con el doble de placer y diversión realizando actividades como ir a ver una buena película, salir por ahí, hablar de todo no sólo de normas. En esta etapa de la adolescencia se producen algunos cambios radicales en lo físico como la llegada de los amores en los que muchos padres se muestran incomprensivos por que no entienden porque su hija se encierra en su habitación y rechaza su afecto o se siente desplazado por lo que ella se acerca más a la madre debido a que como es mujer podrá confiarle sus temas de mujer a mujer
Es entonces cuando muchos padres creen que no pueden hablar de ciertas cosas con sus hijas, ante ello se dan por perdidos y lo importante es que se tiene que saber que sólo se les debe empezar diciéndoles la verdad, porque es lo que quieren escuchar, por ende es importante cuando ellas contesten oírlas sin interrupciones, preguntando y después quedarse escuchando la respuesta. Si como Padre no estas de acuerdo con la respuesta no contestar, recomiendo retomar la conversación más tarde recordando que no hace falta que cada conversación se convierta en una enseñanza, es un grave error para ello es bueno encarar las conversaciones pensando en el largo plazo. No se puede esperar que la hija se abra en un instante, pero si el padre logra comunicarle que valora lo que dice y piensa, después de un par de meses con conversaciones sencillas la convencerá sin duda.
En el tema del sexo, en principio no es necesario ir a fondo ya que la hija busca saber lo que piensa su padre y que cree que ella debería de hacer por lo que se debe conversar de manera sencilla compartiendo lo que se piensa que es bueno diciendo cosas como “es muy importante que no tengas sexo antes de casarte” o “qué hermoso cuando la mujer espera el momento apropiado.” Aunque no lo crean y aún en las épocas que vivimos esas frases ellas las esperan oir en un lenguaje sencillo amical sin imposiciones
Si como padre te sientes incómodo preguntando este tema a tu hija sobre que piensa del sexo o de la religión o otra cosa, preguntar por ejemplo que piensan sus amigos de ello… de esta forma tendrás una idea de lo que ella tiene pensado.
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